El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, anunció la decisión de destituir a su secretario de Seguridad, Anderson Torres.
Las fuerzas del gobierno brasileño comenzaban a retomar el control de los edificios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que habían sido tomados por los bolsonaristas.
Policías y militares, en algunos casos con la utilización de gases lacrimógenos, y tanto caballos, como móviles y medios aéreos retomaban varios sectores de los edificios que habían sido tomados por miles de simpatizantes radicalizados del ex presidente Jair Bolsonaro, los cuales causaron destrozos de instalaciones y mobiliarios.