El mito del cine italiano trabajó con los grandes directores y actores de la época, aunque decidió regresar a Europa y alejarse paulatinamente del cine.
La actriz Gina Lollobrigida falleció a los 95 años, según adelantó la agencia de noticias Ansa. Aunque en los últimos años su nombre se acercó más a la política-espectáculo de Italia, el legado de su filmografía la sitúa como uno de los grandes símbolos del cine italiano y europeo de mitad del siglo XX, con papeles recordados en ‘Salomón y la reina de Saba‘, ‘Vida de perros’ o ‘Buona Sera, Sra. Campbell’.
Pese a que Lollobrigida saltó a la fama en los años 50 como sex symbol de la pantalla grande, terminó por alejarse del celuloide trabajando también como fotógrafa y escultora.
Su nombre –’La Lollo’ en Italia– suena a tiempos dorados de Hollywood. Allí fue diva, estrella y, cosas de la época, acompañamiento luminoso de hombres como Humphrey Bogart, Errol Flynn, Tony Curtis, Rock Hudson, Frank Sinatra y Sean Connery.