El protocolo «Última cama» y como funciona en caso de colapso en el sistema de salud.
La situación en el sistema de salud cada día empeora, en el AMBA, el porcentaje de uso de camas en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en adultos es del 76,2%, mientras que en el país es del 66,5%, por lo que se tiene que empezar a ver que hacer en caso de una sobrecarga en el mismo.
En el caso de que dos o más enfermos, necesitan una cama en la (UTI), según el protocolo «Última cama», los médicos, bajo su criterio, deberán seleccionar que paciente la recibirá primero y quién será relegado.
“El problema no es elegir a qué paciente salvar, sino después no tener culpa. Ese es el límite de la ética”, sostuvo un médico intensivista, que se preocupa por las pocas camas disponibles en su unidad.
Explicó que “El principal indicador para no asignarle a un paciente los recursos críticos disponibles y a otros sí es, primero, la certeza de la cercanía del óbito (fallecimiento)”.
Según indica el protocolo vigente, se busca salvar a quien más lo necesite bajo los criterios de “respeto igualitario” y de “no discriminación” para los pacientes en igual oportunidad de sobrevivir. Es decir que se tendrá que elegir al paciente que ocupe la cama, bajo el criterio únicamente médico y no ante una preferencia racial o cualquier otro tipo de discriminación.