El presidente aseguró que «nadie promueve la toma de tierras» y que el dirigente social busca «sacar a la gente de los centros urbanos para que puedan desarrollarse».
Alberto Fernández se refirió a la situación que se vivió en Guernica y marcó que «nadie promueve la toma de tierras». Además destacó que eso «es un conflicto social, no penal y hay que resolverlo así».
Sobre cómo se llevó adelante el desalojo, valoró «el trabajo del ‘Cuervo’ Larroque. No se trata de ir con topadoras ni enorgullecerse de tirar abajo casillas. Hay mucha gente que está necesitando. Los problemas se resolvieron respetando el juego de las instituciones que la República impone».
Por otra parte, al aire de Radio 10, diferenció que «los sucesos de Entre Ríos, originados en una disputa familiar, fueron también resultado del accionar policial dispuesto por la justicia local tras el fracaso de la conciliación entre las partes».
Además respaldó las intenciones y propuestas de Juan Grabois, más allá de los métodos: “Es una idea para volver a recuperar la vitalidad del campo. Sacar a la gente de centros urbanos en donde viven hacinadas y ver cómo se pueden desarrollar cultivando la tierra, haciendo una producción ecológica de verduras, de alimentos, es muy valiosa».
El presidente sostuvo que «debiéramos promoverlo eso” y reafirmó que «detrás del planteo de Grabois hay algo serio, algo a discutir».