El líder social se desdijo de su frase de que le hacía «ruido» el dinero de los kirchner y sostuvo que tienen diferencias pero «cree» en su honestidad.
Luego de haber declarado que sí le hacía «ruido» la fortuna que tenían los Kirchner, Juan Grabois retrocedió sobre sus pasos. El líder social marcó que fue culpa de los medios que «no te dejan» transmitir «lo que querés», que «siempre te caga» y «te hace decir lo que no querés decir».
En una carta publicada a través de sus redes, destacó que «cualquier desigualdad me hace ruido» y que también «me hace mucho ruido la mala leche de la prensa que recorta, desdibuja, tergiversa cualquier declaración para hacer ruido y hacer daño».
Grabois criticó que «solo publicaron la respuesta, torpe e imprudente, entrecomillando una frase que no dije. Como sea, mi respuesta se usó para dañar a Cristina y Máximo Kirchner. Me disculpo con ellos y con todos los compañeros de nuestro campo político-social».
Según el líder de la CTEP, tanto con Máximo como con Cristina «tengo mis diferencias tal vez porque nosotros creemos en una perspectiva poscapitalista y antiextractivista», pero «siempre defendí su integridad humana y lealtad política a la causa de nuestro pueblo y de la patria grande».
Por otro lado, marcó que «cree» en la honestidad de Cristina y que «lo que les molestó siempre fueron sus políticas y su inteligencia estratégica, pero es más fácil dar el debate saliendo por la tangente, buscando lo sucio, sin confrontar ideas sino agravios. Me hacen ruido las desigualdades».
«Me hace ruido este país, su sistema político, su dirigencia política, social y sindical entre la que me incluyo; pero sobre todo me hace ruido el poder ingobernable de las élites empresariales, judiciales, mediáticas y financieras que manejan el país entre bambalinas sin nunca poner la cara, sin que los vote nadie, que tratan de ablandar o comprar a cuanto dirigente despunta y la odian a ella porque con ella no pudieron», complementa en su escrito.
Además, resaltó que «Cristina, al menos por ahora, hizo infinitamente más que nosotros por los laburantes, la juventud y los humildes liderando un proceso de ampliación de derechos que nunca debemos olvidar. Desde luego que no nos conformamos, criticamos lo que faltó, lo que estuvo mal y proyectamos una Argentina mucho mejor que la que ella dejó para el día que nos toque gobernar a nosotros, los hijos y nietos del 2001».
Y, por último, sostuvo que «Máximo propulsó casi en soledad un impuesto a las grandes fortunas. ¿Cómo voy a querer dañarlos si cinchan por nuestra gente? Muy por lo contrario. Los reivindico. Mitad por lo que ellos son, mitad por los enemigos que tienen».