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Néstor Pérez Baliño: «Hubo un déficit de atención en las patologías que no son Covid-19»

El ex secretario de Salud de la Nación analizó cómo fue la administración por parte del gobierno del coronavirus y los efectos secundarios que trajo la cuarentena tan extensa. Además destacó las ventajas que tendrá la prueba de la vacuna en la Argentina y cómo se deberá apelar a la responsabilidad individual a futuro.

  • ¿Qué balance hacés del manejo de la pandemia hasta ahora?
  • Lamentablemente tengo que decir que es malo. Primero porque una cuarentena de semejante prolongación, que vamos a llegar a los 150 días, no solo es un récord en el mundo sino que ha traído tremendos efectos secundarios. Esto representa a cuando un médico aumenta una dosis excesivamente de un medicamento y aparecen los efectos indeseables, eso sin hablar de la parte económica. Lo primero es que comenzaron a aumentar la mortalidad de las enfermedades más prevalentes. En la Argentina fallecen 360 mil personas por año, de los cuales cerca de 100 mil con por enfermedades cardiovasculares, 66 mil por enfermedades oncológicas, 60 mil por enfermedades respiratorias y la mitad de eso (30 mil) son por gripe o neumonía. Ha habido un déficit de atención en todas las demás patologías y se publicó en varios informes que han bajado las consultas, bajaron las internaciones por ACV, bajaron un 70% las cirujías y subieron las muertes. Eso neutraliza un posible beneficio que se tenía en la baja mortalidad del Covid-19.
  • ¿Creés que se podría haber mejorado la etapa de prevención en febrero y marzo antes de que el Covid-19 llegara al país?
  • Este tema tenemos que arrastrarlo a diciembre de 2019 y sobre todo a enero de 2020. Siempre se debió haber pensado que el virus iba a entrar a la Argentina, porque viaja en las líneas aéreas. Si se hace una adecuada contención en los aeropuertos podría haberse evitado algo más, pero Ezeiza en enero y febrero fue un colador. Hicieron un esfuerzo enorme los médicos de la ANAC, pero no se reforzó la dotación y la sanidad de fronteras fue invisible con pocos profesionales. En esos meses no se dio abasto y no se contuvo. El otro tema importante fue la falta y la demora para que llegaran los tests, que hubiesen servido para detectar los focos de contagios y actuar directamente sobre ellos. Hoy seguimos siendo uno de los países con menor testo.

«El déficit de atención en las demás patologías neutralizó el beneficio que tenía la baja mortalidad del coronavirus».

  • ¿Estuvo bien realizar las aperturas justo en el momento de más casos?
  • Justamente este es el resultado de haber administrado mal una cuarentena que, de pronto, se debería haber hecho más segmentada geográfica y poblacionalmente. Los pacientes de riesgo son los que deberían haber hecho un aislamiento más estrictos, pero en la población general de edad media la letalidad es bajísima. A medida que aumenta la edad sube la prevalencia de factores de riesgo, a lo que habría que haberle prestado atención. Hoy la apertura es necesaria porque la sociedad está agotada de una cuarentena medieval, que solo pensó que era una cuarentena estricta o no hacer nada. En el medio estaba la multidisciplina, pero no se utilizó y esto cansó a la gente. Por el momento quedaron escondidos, pero hay severos problemas de salud mental.
  • ¿Qué se sabe de la posibilidad de tener una vacuna? ¿Tiene alguna ventaja Argentina por ser uno de los países en los que se la prueba?
  • Tener la vacuna es entrar en la parte de la solución del problema. Todavía no sabemos cómo será, pero evidentemente sería ver la luz al final del camino. Obviamente que va a llegar y se va a dar primero a los pacientes de riesgo, empleados de salud y demás trabajadores esenciales. El hecho de que se pruebe acá, hará que la Argentina tenga ventaja a la hora de tener la vacuna y va a generar también experiencias propias en cuanto a investigación que ayudarán a tener más de una vacuna.

«En la provincia había muchas personas que no podían realizar la cuarentena»

  • ¿Dónde está más complicada la pandemia? ¿En la Ciudad o en la Provincia de Buenos Aires?
  • Sin dudas la situación es mucho más compleja en la Provincia de Buenos Aires que en la Capital Federal. Si bien en CABA tuvieron que adherir a este prolongadísimo aislamiento, hubo mucha más organización y tiene un sistema de salud público y privado fuerte. En la ciudad nunca hubo límite de colapso de atención sanitaria, se trabajó mucho en los barrios vulnerables y se nota la diferencia porque tanto los contagios como la mortalidad están mucho más amesetados. La Provincia tiene más problemas porque hay mucha más zonas con déficit habitacional, donde la personas no podían realizar la cuarentena. Yo digo que la cuarentena era casi clasista, porqueuna persona diabética de 40 años en un abrrio vulnerable tiene más riesgo de morir que una de 70 con un domicilio en el que podía realmente aislarse. Además tiene un sistema sanitario más débil.
  • ¿Pensás que la gente va a cambiar hábitos luego de la pandemia?
  • No me gusta mucho predecir cosas, pero creo que ciertas situaciones se van a instalar como tener más cuidado en el lavado de manos. Mientras se conviva con el virus va a haber más responsabilidad individual. Creo que se han ganado cosas como las reuniones virtuales, hoy los médicos nos encontramos de esa manera con profesionales de todo el país y eso nos permite incorporar a muchas más personas. La naturaleza nos ofreció la inmunización poblacional. La población sana de mediana edad o joven casi no tiene riesgo de morir de coronavirus y ayudan a lograr esa inmunidad para disipar rápido la circulación del virus. La ciencia médica nos mostró quiénes son los pacientes de riesgo y, por consiguiente, a quiénes tenemos que proteger. Por último está la responsabilidad individual, que habrá que promover con un discurso democrático y republicano.

Por Tomás Amerio

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