En la imagen están Alberto Fernández y la Primera Dama en una reunión social junto a otras diez personas.
A principios de la jornada de ayer se había dado a conocer una fotografía en la que se veían cuatro personas en una reunión social entre los que se veía a Fabiola Yáñez y a Alberto Fernández. En un principio desde el gobierno habían afirmado que podía ser una foto retocada digitalmente y cuestionaron que realmente el Presidente hubiese estado allí.
Sin embargo, el escándalo se desató cuando apareció otra imagen en la que se ve tanto al jefe de Estado como a la Primera Dama junto a otras diez personas en el chalet de la Quinta de Olivos. Con los datos cruzados junto a los registros de las visitas a la Quinta Presidencial, se comprobó que esa placa fue tomada el 14 de julio del 2020.
Esto corresponde al día en el que cumplía años Fabiola y se desarrolló una fiesta junto a amigos de la novia del presidente de la Nación. Junto a ellos se ve a Sofía Pacchi (asesora y amiga de Fabiola), Carolina Marafioti (estilista de Fabiola), Florencia Fernández (amiga), Santiago Basavilbaso (amigo), Emanuel López (amigo), Fernando Consagra (amigo), Rocío Fernández (amiga), Federico Abraham (estilista) y Stefanía Domíngez (personal trainer).
La indignación fue debido a que en aquel momento las reuniones sociales estaban prohibidas y el presidente, en reportajes días antes y después de esta foto, había pedido «evitarlas a toda costa». Además, no se cumple con ninguno de los protocolos de distanciamiento establecidos.
Alberto Fernández había dicho en su última entrevista en el ciclo «Caja Negra» que era un tema que estaba «completamente sobredimensionado». Además había criticado a la oposición y a algunos periodistas al marcar que todas sus reuniones en Olivos habían sido «de trabajo». Pocas horas después, se filtró esta foto.
Por su parte, la oposición tuvo reacciones divididas en cuanto a las acciones a tomar. Más allá de que el repudio fue unánime, Mario Negri advirtió que pedirá el juicio político al presidente de la Nación y señaló que este es «el final de un camino de obscenidad».
