La cartera conducida por Carla Vizzotti dijo que para garantizar las clases presenciales se debe controlar la transmisión comunitaria.
El Ministerio de Salud emitió un comunicado en el que justificó el porqué de haber tomado la medida de terminar con la presencialidad en el AMBA por dos semanas. Allí, aseguran que el riesgo individual es «bajo», pero que hay un «alto riesgo colectivo». «En un contexto de aumento de la transmisión comunitaria o en áreas de alta incidencia, quienes asisten a establecimientos escolares tienen más probabilidad de enfermar», afirma.
Además, se agrega que «el riesgo de enfermar aumenta cuando aumenta la prevalencia de la enfermedad en la población, independientemente de los riesgos individuales. Para garantizar una presencialidad cuidada es fundamental controlar la transmisión de la enfermedad en la comunidad».
Sobre el traslado de la gente afirma que «en la región del AMBA hay más de 3 millones de niños, niñas y adolescente en edad escolar y aproximadamente 300.000 docentes y no docentes, sumado a los acompañantes, que se movilizan diariamente» y contradice los datos de la Ciudad al marcar que «se incrementó un 25% el uso del transporte público».
Asimismo, el escrito dice que «el análisis de la curva epidémica en el grupo de población en edad escolar indica que desde el comienzo del ciclo lectivo se ha producido un aumento exponencial del número de casos, similar -y aún mayor- a lo observado en la curva de la población general».
«Comparando las dos semanas previas al inicio de clases y las últimas dos semanas, se observa que los grupos de edad escolar presentan un aumento proporcional mayor al resto de las edades. Por todo esto, para poder tener una presencialidad cuidada no alcanza con las medidas individuales en instituciones educativas, sino que es necesario implementar medidas colectivas para impactar en la transmisión comunitaria», complementa.
Por último, se asegura que «las últimas medidas sanitarias implementadas buscan restringir actividades consideradas de alto riesgo y aquellas que generen alta circulación de personas, con el fin de disminuir la velocidad de los contagios para que el sistema de salud pueda seguir dando respuesta».