El ex funcionario aseguró que tomó la decisión de irse debido a que el proyecto no avanzaba como correspondía, pero sostuvo que no vio «ningún caso de corrupción».
Luego de la declaración de Matías Kulfas, por primera ves Antonio Pronsato contó por qué se fue del Gobierno. El ex interventor de Enargas marcó que la obra no marchaba como él esperaba, por lo que decidió pegar el portazo.
«Las decisiones empezaron a ponerse muy lentas», comenzó en su relato. Asimismo, remarcó que «no se tomaban todas las necesarias para llevar adelante la obra y terminarla cuanto antes».
En ese sentido, marcó que esta situación comenzó a darse después de Semana Santa, ya que al principio el proyecto “volaba”. Relató que al principio «se adelantó la ingeniería seis meses, se licitaron válvulas y cañerías y se contrataron los estudios de impacto ambiental».
Sin embargo, en charla con Infobae aseveró que «se puso todo lento sin motivo. Me decían a todo que sí y no pasaba nada. Era todo “sí, sí” y las cosas no sucedían. No hubo explicaciones. Avisé y un día me fui».
«Me contrataron por mi experiencia y conocimientos para hacer esta obra que es fundacional para Argentina y no avanzábamos, entonces era obvio que no me necesitaban», complementó a la vez que marcó que ahora «no importa la meta, hay que trabajar sin pausa».
En lo que respecta a las presuntas irregularidades denunciadas, destacó que «no tengo explicación» de lo que manifestó Kulfas pero que «lo que sí aseguro es que no vi un sólo caso de corrupción. Nada raro, ni cerca. Además, ni se llegó a gastar plata».
«Qué importa Kulfas o Basualdo, el caño tiene que hacerse de una vez por todas, aprendamos de los errores», cerró.