El ex gobernador de Entre Ríos fue considerado culpable por negociaciones incompatibles con la función pública y Alberto Fernández lo removió de su cargo como embajador en Israel.
Sergio Urribarri, ex gobernador de Entre Ríos entre el 2007 y el 2015, fue condenado a 8 años de prisión por corrupción. La pena es de cumplimiento efectivo y, además, fue inhabilitado de por vida para volver a ejercer cargos públicos.
La Justicia Provincial de Entre Ríos lo encontró culpable en los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y peculado en cinco causas que habían comenzado su investigación el año pasado. Los jueces José María Chemez, Carolina Castagno y Elvio Garzón afirmaron que Urribarri usó fondos públicos para su campaña presidencial en el 2015.
A raíz de esto, Alberto Fernández lo desplazó de su cargo como embajador en Israel. La renuncia fue efectiva inmediatamente después de conocerse el veredicto.
El ahora ex embajador y ex gobernador emitió un descargo a través de sus redes sociales, en el que mostró la disconformidad con la resolución del tribunal. «El fallo de primera instancia de hoy es una clara muestra de arbitrariedad, injusticia y atropello al Estado de Derecho», afirmó Urribari.
Asimismo, agregó que «voy a apelar con la convicción de que me asiste la razón. No obstante, he puesto a disposición del presidente mi renuncia como embajador».
Si bien las causas por las que se lo juzgó a Urribarri eran cinco diferentes, la fiscalía presentó un alegato unificado debido a que todas provenían del mismo delito de utilizar fondos públicos para un interés particular.